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Cabeza del Buey - D. Diego Muñoz-Torrero y Ramirez-Moyano
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Diego Muñoz-Torrero y Ramírez-Moyano

 

Diego Muñoz-Torrero

Diego Muñoz-Torrero

Diego Muñoz-Torrero y Ramírez-Moyano, político, sacerdote y catedrático. Nació en Cabeza del Buey (Badajoz) en 1761 y murió prisionero en el fuerte de San Julián de la Barra (Lisboa) (Portugal) en 1829 a los 68 años de edad. Fue uno de los padres de la Constitución de Cádiz de 1812, donde defendió la soberanía nacional, la libertad de imprenta y la supresión de la Inquisición. Sufrió, cárcel y exilio por defender ideas liberales.


Familia
Su padre era farmacéutico y preceptor de latín. Tuvo una hermana.
Formación
A los once años ingresó en la Universidad de Salamanca, para estudiar Teología y Filosofía, A finales de 1778 obtuvo, el título del Bachillerato en Artes, lo que le permitía el ingreso en las facultades mayores. Finalizó sus estudios ordenándose sacerdote.
Docencia
En 1784, con 23 años, fue nombrado catedrático de Filosofía en la Universidad de Salamanca, formando parte de un grupo de profesores y alumnos que emprendieron una importante renovación de la enseñanza.
Rector de la Universidad de Salamanca
En 1787 cuando sólo contaba 26 años fue elegido por unanimidad del Claustro, Rector de la Universidad de Salamanca, el mandato de aquella época para ese cargo era de dos años.Durante su ejercicio como rector, impulsó varias iniciativas relevantes tales como: la conservación de la colección de Yerbas existente en la Universidad; incrementó los fondos existentes en la Biblioteca Universitaria, solventó los conflictos existentes entre las Facultades de Medicina y Artes por un lado y las de Teología y Jurisprudencia por otro, así como la creación del Colegio de Filosofía. También se preocupó por la reforma de los métodos de enseñanza y por el cambio de planes de estudio, prácticas académicas y libros de textos.
Canonjía
Cuando acabó su responsabilidad como Rector se retiró de la docencia y se dedicó al sacerdocio y por intersección de José Álvarez de Toledo, XI marqués de Villafranca del Bierzo, que era patrono de la colegiata de Santa María de Villafranca del Bierzo, fue nombrado canónigo en Villafranca del Bierzo (León), hasta su traslado a la Isla de León (Cádiz) a mediados de 1810.
Diputado a Cortes.

Iniciada la Guerra de la Independencia contra José Bonaparte en 1808 fue nombrado miembro de la Junta Suprema de Extremadura y enviado posteriormente a Cádiz como diputado a las Cortes Generales por Extremadura, en la legislatura 1810-1813.El 24 de septiembre de 1810, en la jornada inaugural de las Cortes, fue el primer diputado en intervenir haciendo varias proposiciones revolucionarias de tipo liberal:

  • La soberanía de la nación reside en el pueblo,
  • Separación de poderes,
  • Abolición de la Inquisición,
  • Libertad de prensa,
  • Inviolabilidad de los diputados.

Y consiguiendo la aprobación de dos decretos fundamentales:

  • Sobre la libertad de imprenta, en contra de la postura del inquisidor Riesco, con opiniones tales como que la censura previa es el último asidero de la tiranía.
  • Sobre la soberanía nacional: junto con Manuel Luján, también diputado por Extremadura, Muñoz Torrero presentó un texto de once puntos que recogía detenidamente la iniciativa: la legitimidad de los diputados como representantes de la nación, de sus Cortes, el reconocimiento de Fernando VII como rey, la nulidad de la cesión de la corona en favor de Napoleón, la división de poderes, la inviolabilidad de los diputados y el juramento de la regencia de todas estas declaraciones.

El 2 de marzo de 1811, fue nombrado presidente de la comisión redactora de la Constitución, junto con Agustín Argüelles y Evaristo Pérez de Castro, y fue una de las figuras más destacadas en la redacción de esta primera Constitución liberal que tuvo España, aprobada el 19 de marzo de 1812 y llamada por ello "La Pepa".Como curiosidad, la bandera de las Cortes, de tafetán con dos fajas rojas y una amarilla intermedia, fue regalo de Muñoz-Torrero, bandera que más tarde fue utilizada por la Milicia Nacional a partir de 1820.
Restauración absolutista
A principios de 1814, tras la batalla de Arapiles y el abandono de José I, Fernando VII firmó con Napoleón el tratado de Valençay el 11 de noviembre de 1813, consiguiendo la corona a la que había renunciado en Bayona a cambio de la neutralidad española en las guerras de Francia.Al volver a España Fernando VII, en 1814, propició un Golpe de Estado y declaró nulas todas las disposiciones de las Cortes de Cádiz, y los participantes en las mismas fueron perseguidos y encarcelados. Muñoz-Torrero fue apresado y recluido en el monasterio de Padrón en La Coruña, donde permaneció seis años, hasta que en 1820 tras la sublevación de Riego, fue puesto en libertad.
Trienio Liberal
En 1820 tras la sublevación de Riego, Muñoz- Torrero fue puesto en libertad y nuevamente fue elegido diputado por Extremadura en las Cortes. Además de participar activamente en los debates parlamentarios, fue elegido Presidente de la Diputación Permanente de las Cortes en 1820, su actuación en éste órgano fue la de potenciar la concordia y la tolerancia entre las relaciones entre los diputados.En esta etapa el Gobierno le presentó para obispo de Guadix, pero el Papa no refrendó dicho nombramiento, debido aparentemente por los informes del ex-inquisidor granadino Verdejo, que era canónigo de Guadix y absolutista acérrimo.A este revés en el ámbito religioso se sumó el hecho de la pérdida de su acta como diputado por Badajoz , en las elecciones celebradas a finales de 1821.A mediados de febrero de 1822 tuvo que abandonar su puesto en las Cortes y con ello llegaba a su fin su carrera política, para dedicarse de nuevo en exclusiva al ministerio eclesiástico.
Academias
En 1823 fue nombrado miembro de las Academia Nacional en la sección de Ciencias Morales y políticas.
Persecución, exilio y muerte
En 1823, los Cien Mil Hijos de San Luis enviados por la Santa Alianza devolvieron a Fernando VII sus prerrogativas absolutistas, dando comienzo a la Década Ominosa. Se inició una persecución de los liberales y Muñoz-Torrero huyó a Portugal por Badajoz y en ese país encontró refugio, porque su gobierno era de índole liberal y estableció su residencia en Campo Maior, donde permaneció durante cinco años de forma anónima. Ocupó su tiempo al ejercicio de la fe, a relacionarse con otros exiliados y a poner por escrito las ideas y las razones personales de su actuación durante las Cortes gaditanas y durante el gobierno liberal.Pero en Portugal se produjo el levantamiento del infante Don Miguel, que lideraba el bando de la contrarrevolución en tierras lusas. Esta situación hizo peligrar la vida de los liberales españoles emigrados a tierras portuguesas.Los absolutistas de España y Portugal estaban interesados por controlar los grupos de refugiados y guerrilleros liberales que pululaban a sus anchas en la raya entre ambos países. Finalmente el gobierno español pasó a su homólogo portugués una lista negra sobre personajes de demostrado carácter liberal y que se encontraban refugiados en el país luso, para que el gobierno de éste mandase su detención, para un posterior traslado a España.Desde el nuevo ejecutivo absolutista portugués se llevó a cabo una verdadera política de exterminio de todo aquel sospechoso de albergar ideas liberales; la persecución llegó hasta la comarca de Campo Maior, lugar donde hasta entonces se había vivido casi al margen de estas disputas. Muñoz-Torrero sufrió muy diversos atropellos, los agentes de D. Miguel no tuvieron en cuenta su condición de religioso para registrar su casa aleatoriamente, confiscarle el correo, para finalmente decidir el propio Muñoz Torrero su reclusión en su casa para evitar los atropellos que recibía en la calle por los adictos al régimen absolutista.Finalmente Muñoz-Torrero agotado por estas penurias decidió abandonar Campo Maior y se dirigió a Lisboa, con la intención seguramente de embarcarse camino a un exilio más tranquilo en tierras de Francia o Inglaterra. Pero apenas llegado a la capital portuguesa fue detenido por los miguelistas y recluido junto a otros liberales españoles en la fotaleza de San Julián de la Barra, una vieja edificación militar situada a las afueras de Lisboa y habilitada en este tiempo como cárcel para liberales portugueses y españoles.Muñoz-Torrero era en 1829 un anciano que ya poco podía aguantar las penalidades, fue torturado, permaneciendo prisionero hasta su muerte, ocurrida el 16 de marzo de 1829.
Panteón de Hombres Ilustres
Su cuerpo fue trasladado a Madrid, al Panteón de Hombres Ilustres y colocado en el mausoleo conjunto, una cripta construida en 1857 bajo una estatua que representa la Libertad, y donde se encuentran los cuerpos de Agustín de Argüelles, José María Calatrava, Juan Álvarez Mendizábal, Diego Muñoz-Torrero, Francisco Martínez de la Rosa y Salustiano Olózaga.
Bibliografía sobre el tema

  • González Caballero, Juan Antonio: "Vida de Diego Muñoz-Torrero, mártir del primer liberalismo español", en El comienzo de la Guerra de la Independencia: Congreso Internacional del Bicentenario: Madrid, 8-11 de abril de 2008, Emilio de Diego (direct.) y José Luis Martínez Sanz (coord.). San Sebastián de los Reyes (Madrid): Actas, 2009.
  • “Diego Muñoz-Torrero: La vida y obra de un Diputado liberal en las Cortes de Cádiz”, (págs. 233-260), en Actas de las II Jornadas de Historia de Mérida, La Guerra de la Independencia: Mito y Realidad, Magdalena Ortiz Macías, José Antonio Peñafiel González y María de los Ángeles Serrano Caballero (coords.). Mérida: Ayuntamiento, Archivo y Biblioteca Municipal, 2009.
  • "El exilio liberal extremeño", en Extremadura y la modernidad. La construcción de la España constitucional, 1808 – 1833, VV.AA. Badajoz, Diputación de Badajoz, 2009.
  • Rubio Llorente, Francisco: "Diego Muñoz-Torrero: un liberal trágico" en la revista Claves de razón práctica, ISSN 1130-3689, Nº 185, 2008 , pags. 46-51.